Son tantas las cosas que pasan por mi mente cuando camino por estas viejas calles que siempre me quedo impresionado. Ahora son paseos peatonales, llenos de vitrinas, de restaurantes románticos con velitas en las mesas y el sonido de algún violinista. Hay tanta gente caminando de un lado a otro por estas estrechas calles que uno puede imaginar cuando por ellas anduvo muchas veces nuestro poeta, cantautor y trovador sueco Carl Michael Bellman. Él, fue también un asiduo visitante de los bares y tabernas de esta ciudad.

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Así comienza esta historia bajo la inspiracion de su autor,  Eduardo Carlier Swing coleccionista de viejos uniformes llenos de historia. El escritor se viste con uno de ellos, el de los húsares de palacio y al verse frente al espejo del corredor de su casa, ocurre algo extraño. De pronto se produce la magia y el espejo refleja algo diferente. Ya no se ve el interior de su casa, sino que lo transporta a otros tiempos, a otra dimensión del pasado. La magia lo hace traspasar el espejo, llevándolo a vivencias y aventuras que solo suceden en la mente del autor.